Sobre la cultura
Hace algo así como dos semanas me dirigía yo a mi casa de
vuelta de un buen y largo fin de semana en Madrid. Para mí, habiendo nacido en
una ciudad pequeña y costera, visitar la "gran manzana" española
siempre se convierte en una pequeña aventura. Como adolescente que soy (si
aplicamos la definición inglesa de "teenager", mientras mis
diecinueve sean "nineteen", adolescente soy), se supone que mi ideal
de un viaje a Madrid es el desfase nocturno y salir hasta no poder más (que no
digo que no me gusten). Sin embargo, hay algo bastante menos obvio que me viene
a la mente en cuanto pienso en la ciudad. Hay algo en la gente (o por lo menos
en la gente con la que me relaciono allí) que realmente admiro sobre los
madrileños. Como digo, al menos para mí y para la gente que he tenido la suerte
de llegar a conocer, se trata de jóvenes que no se conforman: no se conforman
con leer el libro que les han pedido trabajar en clase, no se conforman con
tragarse la película comercial de turno, no se conforman con ir al museo cuando
sus padres o profesores les han obligado, no se conforman con la música que
todos oyen y que nadie escucha. No tengo nada en contra de la cultura de masas,
pero de verdad admiro la capacidad de algunos amigos y conocidos míos de
apreciar la cultura.
Tristemente, en el momento y lugar en que nos
encontramos, se le hace casi hasta vergonzoso a un adolescente decir "yo
leo". Aplaudimos (la sociedad) a quienes se presentan en los programas de
corazón a abrir sus vidas privadas al público, mientras que le es difícil a
cualquiera leer un libro de, no sé, Platón, y poder decirlo sin algo de
sonrojo. Esta conversación surgió otro día con una buena amiga y compañera mía
de estudios. A ella le enervaba el hecho que acabo de señalar y, juntos, éramos
incapaces de señalar el verdadero origen de este problema. Pensamos si en la
enseñanza primaria y secundaria eran insuficientes los incentivos y los apoyos
a que el propio estudiante, per se, buscara cultura que consumir y
disfrutar.
Yo ahora, estimado lector, te animo y recomiendo
fervientemente a que leas, escuches música, veas cine, visites museos y
espectáculos... No tienen por que ser grandes pintores, bailarines o cantantes,
el arte y la cultura están siempre que haya alguien que los aprecie. Desde aquí
te recomiendo un libro, "Los años de peregrinación del chico sin color" de
Hanuki Murakami; una película, "J'ai tué ma mére" de Xavier Dolan,
música, cualquiera de James Blake... Y te pido que leas y opines, que no te
quedes conforme con la opinión de la contraportada del libro o de la crítica de
la película, que lo promociones (y orgulloso) e invites a tus amigos a consumir
cultura.
Escrito por Nacho Piris
Escrito por Nacho Piris
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